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    ¿Qué es la HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA (HCR)?

    La HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA (HCR) es el conjunto de técnicas terapéuticas desarrolladas en las últimas dos décadas por el Lic. Armando M. Scharovsky, psicólogo argentino. La Hipnosis Clínica Reparadora, que incluye entre otras herramientas, los siguientes recursos terapéuticos:

    -Regresiones a Vidas Pasadas.
    -Regresiones a la Niñez.
    -Reparación de traumas de la Infancia.
    -Cómo enfrentar las Fobias y el síndrome de ataque de Pánico.
    -Cómo enfrentar las enfermedades psicosomáticas.
    -Miedo, angustia, enfermedades psicosomáticas.
    -Cómo solucionar el Stress y el Insomnio.
    -Dibujo en Trance.
    -Reprogramación de la conducta.

    Dice el Lic. Scharovsky: “Se trata de todo un modelo terapéutico distinto, donde la hipnosis se utiliza como una herramienta de investigación para encontrar el origen del síntoma, el trauma disparador. El objetivo se alinea con los objetivos de las primeras épocas de Freud, donde él describió al síntoma como a una historia a la que le faltan las palabras y cuyo esclarecimiento provoca la cura, definida como la recuperación de trabajar y amar con felicidad”.

    REPERCUSIONES EN LOS MEDIOS

    Lic. Armando Scharovsky

    Ha investigado y desarrollado técnicas propias agrupadas bajo los nombres de HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA® o INTROSPECCIÓN GUIADA REPARADORA® que incluyen:

    • Regresiones a Vidas Pasadas
    • Regresión a la niñez
    • Reparación de traumas de la infancia
    • Tratamiento y cura de fobias, pánico, jaquecas, y otras enfermedades psicosomáticas
    • Banda Gástrica Virtual para bajar de peso y no volver a engordar
    • Tratamiento de stress e insomnio
    • Dibujo en hipnosis

    Lic. Silvia Neiman Scharovsky

    Se recibe de Counselor y hasta el día de hoy atiende y recorre el mundo para que otros aprendan desde el amor a ofrecer REPARACIÓN a través de la “Hipnosis Clínica Reparadora”.

    “Su forma sencilla y didáctica de enseñar mezclada con buen humos y dulzura, llega cada día más al alma de quienes son sus pacientes y alumnos”

    TESTIMONIOS

    Egresados de la Formación Buenos Aires - Argentina - Mayo 2023

    Egresados de la Formación Bogotá - Colombia - Abril 2023

    PALABRAS A MIS FUTUROS ALUMNOS

     La idea que intento difundir desde hace años es “Hipnotizar es fácil”. Hipnotizar es demasiado fácil, es peligrosamente fácil; lo cual nos obliga a hacernos responsables de para qué hipnotizamos a alguien.

    Por eso, siempre demos por supuesto, cuando estamos por hacer hipnosis a alguien, que vamos a poder hipnotizarlo. En primer lugar, ese será el 60% del trabajo: Si yo creo que puedo hipnotizar a alguien, lo puedo hipnotizar. Si yo dudo que lo puedo hipnotizar, entonces no sé si lo puedo hipnotizar. O sea que el 60% del trabajo es la convicción interior de que eso va a suceder. En otras palabras,  que uno debe creérsela, debe “hipnotizarse a sí mismo” y creer en lo que está haciendo.

    La pregunta que deben formularse siempre antes, a priori, es para qué han desatado este proceso. Una primera mirada a su sujeto es que parece que estuviese desmayado, inconsciente, pero en realidad, está más atento que nunca, porque en realidad, está atento solo a lo que ustedes le digan.

    Supongamos que estoy por inducirle un trance a alguno de ustedes. Antes de empezar mi sujeto estaría alerta a lo que yo digo, pero también estaría alerta a los movimientos del lugar donde estemos. Y si hubiera una persona moviéndose en la habitación de al lado y haciendo ruido, al mismo tiempo que me estaría prestando atención a mí le estaría prestando atención también a esa persona y a quien se esté moviendo más lejos… Y si se escuchara a un coche estacionándose en la puerta, también pensarían “¿Habrá llegado otro paciente?”.

    O sea, es como que la mente funciona constantemente en todos los registros y en todas las direcciones. Pero, si la persona estuviera hipnotizada en esos momentos, no es que no escucharía estacionar el coche o moverse en la habitación de al lado: es que no le importaría.

    O sea, estará concentrada solo en lo que yo le diga. Lo cual significa, no solo que no está inconsciente, sino que respecto de mí que la estoy hipnotizando, está hiperconciente.

    Por eso, el efecto de una palabra que yo diga de más, o de una palabra que yo diga de menos, tendrá muchísima importancia

    Lo cual quiere decir que cuando ustedes coloquen a alguien en hipnosis, aunque esa persona parezca que está desmayada o desconectada, no solamente no lo está, no solamente no está inconsciente, esa persona está hiperconsciente, pero está hiperconsciente sobre todo respecto de ustedes.

    Es como tener un bebe en brazos. Nadie se descuidaría si tuviera un bebe en brazos, nadie lo dejaría caer, nadie lo apretaría. O sea, el hecho de tener un bebe en brazos que está, si lo quieren, indefenso frente a nosotros, hace que concentremos toda nuestra atención en lo que le está pasando a él, porque somos nosotros quienes estamos a cargo de su seguridad.

    Entonces, quiero que ustedes sepan que cuando están a punto de hipnotizar a alguien, deben estar con toda su atención puesta en ese alguien, y deben saber, antes de empezar, porque o para qué lo van a hacer. Sugiero no hacerlo nunca por diversión y no jugar a aprendices de brujos.

    Y, sobre todo, van a aprender que la hipnosis no es ni magia ni dominación. Que se trata de un fenómeno de la comunicación, Que, por definición, “toda comunicación es hipnótica, en tanto afecta y modifica la realidad interior del oyente”. Que un tono cálido de voz, que el uso de los silencios y de los tonos, que la empatía, son más importantes que una mirada potente o una voz tronante como quería la vieja hipnosis.

    Y esto que van a aprender es muy importante, más importante que aprender a hacer formalmente hipnosis. Porque no sé cuántos de ustedes se dedicaran luego a esto. Pero estoy seguro que en muchas oportunidades a lo largo de su vida, todos ustedes se van a encontrar con alguien alterado, asustado, temeroso, sufriendo. Podrá ser un amigo, un pariente, un hijo, un desconocido, no importa…

    Ustedes podrían encontrarse con una persona así en su casa, en un cumpleaños, en un negocio, en un hospital, en cualquier sitio… Y ustedes tendrán en ese momento una herramienta para darle contención, para darle alivio, seguridad, sostén…  Aunque en Argentina “contener” es una expresión de uso común, en otros sitios no se comprende bien a qué nos referimos: Es lo que hace una mama con un bebe: lo contiene (le da calor y le da sostén).

    Entonces, no hará falta, ni siquiera que le digan una palabra a esa persona. Bastará que le transmitan serenidad… No piensen en decirle: “Ven que te voy a hipnotizar”, porque seguramente huirá despavorida… Pero ustedes verificarán que hablar tranquilo y suavemente… que volver más lento la forma de hablar… que dar calor, y transmitir serenidad… es terapéutico, es más terapéutico que un sedante.

    Por eso ustedes tendrán a su disposición una herramienta que podrán usar en los momentos más importante de su vida.

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