Técnicas

¿Qué es la HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA (HCR)?

La HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA (HCR) es el conjunto de técnicas terapéuticas desarrolladas en la última década por el Lic. Armando M. Scharovsky, psicólogo argentino, miembro fundador y actual directivo de ALADHIC: Asociación Latinoamericana de Hipnosis Clínica, que incluye entre otras herramientas, los siguientes recursos terapéuticos:

-Regresiones a Vidas Pasadas.
-Regresiones a la Niñez.
-Reparación de traumas de la Infancia.
-Cómo enfrentar las Fobias y el síndrome de ataque de Pánico.
-Cómo enfrentar las enfermedades psicosomáticas.
-Miedo, angustia, enfermedades psicosomáticas.
-Cómo solucionar el Stress y el Insomnio.
-Dibujo en Trance.
-Reprogramación de la conducta.

Dice el Lic. Scharovsky: “Se trata de todo un modelo terapéutico distinto, donde la hipnosis se utiliza como una herramienta de investigación para encontrar el origen del síntoma, el trauma disparador. El objetivo se alinea con los objetivos de las primeras épocas de Freud, donde él describió al síntoma como a una historia a la que le faltan las palabras y cuyo esclarecimiento provoca la cura, definida como la recuperación de trabajar y amar con felicidad”.

Introspección Guiada Reparadora (IGR)

La INTROSPECCIÓN GUIADA REPARADORA® (IGR) es una nueva manera de denominar a las técnicas que he desarrollado a través de los años.

He resuelto incorporar esta manera de llamarlas para eliminar las confusiones culturales y legales respecto a qué es la HIPNOSIS, causadas por la manera en que ese fenómeno ha sido presentado desde siempre en circos y teatros.

Esta confusión se ha extendido desde la cultura popular a diversas legislaturas que considerando “HIPNOSIS” únicamente a los fenómenos de trance profundo donde el paciente queda prácticamente inerme frente al hipnotizador como sucede con las operaciones y con algunos fenómenos alucinatorios, reservan prudentemente el permiso para hipnotizar solamente a profesionales como Médicos, Dentistas y Psicólogos en el caso de Argentina o a los mismos pero solamente luego de acreditar una preparación especial en el caso de Israel.

Pues bien: aunque las técnicas de introspección y reparación que practico y enseño provienen del campo de la hipnosis, sobre todo de la más moderna, la “Hipnosis Ericksoniana”, en la aplicación de las mismas el paciente JAMÁS PIERDE LA CONCIENCIA, dialoga permanentemente con el reparador y nunca recibe “órdenes”. O sea que se halla en un proceso de “INTROSPECCIÓN GUIADA” que por definición no puede sino ser consciente.

Por otra parte el objetivo no es “terapéutico” en el sentido psicológico del término, sino de REPARACIÓN ESPIRITUAL, dado que en ese proceso de mirada hacia dentro lo que se busca es hallar las raíces profundas donde nuestro espíritu quedó afectado, para poder asistirlo y repararlo. Para incorporar la regresión a vidas anteriores al campo legislado de la psicología y la psicoterapia sería necesario reformular toda la teoría psicológica. Evidentemente nuestro trabajo no está orientado a la psiquis y sus desórdenes sino a obtener o recuperar el equilibrio espiritual afectado.

Por esa razón no alcanzan a la IGR (INTROSPECCIÓN GUIADA REPARADORA®) las disposiciones legales relativas a la Hipnosis, por la sencilla razón de que, técnicamente, no es la Hipnosis que han regulado los legisladores y por lo tanto puede ser aplicada beneficiosamente, con la prudencia debida, por toda persona que haya sido preparada en sus principios por mí o por instructores acreditados, tal como sucede con el REIKI y otros caminos de crecimiento espiritual.

HIPNOSIS PROFUNDA: Reservamos este nombre para los procesos de hipnosis en los cuales el paciente está inconsciente o alucinando y su capacidad de discernimiento ha disminuido casi totalmente. Este fenómeno no es de fácil realización y la mayoría de las personas jamás pueden alcanzarlo. Su utilización está reservada por distintas legislaciones a profesionales autorizados. No es utilizada en nuestra técnica.

HIPNOSIS CLÍNICA O INTROSPECCIÓN GUIADA: No es un estado de inconsciencia o de alucinación donde el paciente pierde el contacto con el mundo real circundante, sino más bien un estado de HIPERCONCIENCIA donde la mente se expande y se focaliza y en un estado de cómoda relajación puede evocar recuerdos, multiplicar potenciales, etc. El paciente hipnotizado está consciente todo el tiempo y puede hablar y recordar luego íntegramente la sesión.

REGRESIÓN A LA NIÑEZ: La memoria nos entrega siempre un trozo de información fría, a la manera de un titular de periódico, como una manera de defendernos contra la invasión de los malos recuerdos. El paciente en Hipnosis Clínica o en IGC en cambio puede revivificar esos recuerdos y revivir las emociones originales, realizando de esa manera un virtual viaje en el tiempo que nos permite encontrar y reparar situaciones dolorosas de la niñez.

REGRESIÓN A UNA VIDA PASADA: También es posible obtener información semejante de hipotéticas vidas pasadas, con resultados muchas veces espectaculares: cura de fobias y dolores en una sola sesión, etc. Para quienes creen en la reencarnación se trata de verdaderos recuerdos de vidas anteriores. Para los escépticos se trataría de formaciones simbólicas del inconsciente, a la manera de los sueños.

Reparación Hipnótica

Una de las más eficaces técnicas terapéuticas desarrolladas en la última década, es la que se alcanza con REGRESIONES A VIDAS PASADAS. En la misma el paciente, consciente y relajado, es invitado a atravesar una puerta imaginaria, tras la cual se encuentran los recuerdos de otras vidas vividas, dentro de otros cuerpos, con otras caras y con otros nombres.

Pero no siempre se vuelve a una vida anterior. Como nosotros no hacemos turismo por el tiempo, aún cuando la regresión se efectúe para satisfacer la curiosidad intelectual del paciente, la instrucción que damos siempre, es que éste se va a transladar a un momento del pasado donde ocurrió algo importante, algo que se halla vinculado con algún síntoma actual, o con alguna característica que es conveniente esclarecer. Pero se hace hincapié en que será el Yo Interior del paciente el que elegirá a qué momento del pasado se vuelve: Si lo hace al pasado cercano, cuando el paciente era un niño, o al pasado lejano, cuando estaba dentro de otro cuerpo, con otra cara y con otro nombre.

Pero muchas veces el regreso es a la niñez o a la juventud de esta encarnación. Y es entonces donde además del esclarecimiento, es posible efectuar una reparación, donde se le da al paciente la protección o la comprensión de la que carecía cuando acontecieron los sucesos evocados.

Veamos dos casos:

La historia de los clavitos torcidos:

Roberto es argentino, de 29 años. Parte de sus problemas es su falta de confianza en sí mismo. Ya ha efectuado antes una regresión a una vida pasada, pero hoy su inconsciente decide llevarlo a un episodio de su niñez. Roberto tiene 5 años y va a visitar a su padre a su taller. Gracias a su descripción casi podemos ver la escena: el padre muy ocupado, le da a Roberto una caja con clavitos doblados y un pequeño martillo y le pide que los enderece. Él lo intenta – por supuesto infructuosamente – y se lo dice a su padre:

-“No puedo papá” -se queja.
-“Insistí” –le contesta él, divertido.

Y Roberto redondea su recuerdo, viendo como su papá y un amigo que viene a visitarlo lo miran, cuchichean y se sonríen.

Todo este episodio no hubiera tenido ninguna trascendencia si no fuera por el hecho que su padre murió poco después y que Roberto se quedó por eso frustrado para siempre ya que nunca pudo demostrarle a Papá que él era lo bastante hábil como para cumplir sus encargos.

Entonces… Entonces introdujimos un pequeño cambio en el final de la historia. Roberto fue invitado a revivir nuevamente la anécdota, pero esta vez el padre le decía: – “Perdoname Roberto. Yo no quería burlarme de vos, pero no sabía que me iba a morir tan pronto y que este episodio te iba a marcar para toda la vida. Tenés razón: nadie puede enderezar clavitos con un martillo, y menos aún un niño. Devolveme la caja y tomá ésta” – al tiempo que le entregaba una con tornillos y tuercas – “Ponele una tuerca a cada tornillo. Hacelo sin apuro. Este trabajo sí es posible de hacerse”.

Roberto –emocionado– logró rehacer su recuerdo y vió sus manitas atornillando tuercas. Inclusive vió llegar al amigo de su padre, y vió a su papá orgulloso mostrándole como su hijo cumplía sus encargos pese a su corta edad.

La historia del beso negado.

María tiene 49 años. Su madre murió cuando ella tenía tan sólo cuatro.

La segunda esposa de su padre fue una mujer fría y distante. Eso quiere decir que María atravesó la vida sin una mujer que ocupara un lugar de madre: casi podría decirse que es una huérfana de 49 años. La gente ignora que muchas veces quien ha perdido tan temprano al progenitor de su sexo, cuando llega a la adolescencia y más nota su ausencia se siente algo así como abandonado, traicionado por la persona muerta.

También en este caso, el inconsciente de María elige llevarla un momento de ésta vida. María tiene ahora 4 años, y ve a su mamá sentada en la cama. Está pálida, La atienden dos mucamas que le acomodan almohadones. La ve sonreírle. Y la oye. En la escena siguiente aparece papá muy malhumorado: Mamá ya ha muerto. Papá intentó que los hijos besaran el cadáver antes de cerrar el cajón. Sus hermanos cumplieron con el deseo pero María se negó. Y por supuesto quedó llena de culpas por haberse negado a darle el último beso a su mamá.

Hicimos entonces que mamá le hablara y le explicara lo obvio: – “Perdoname María. Yo nunca te abandoné. Yo no me morí porque quería. Yo me morí porque la gente se muere. Y siempre te acompañé, y siempre te miré y siempre estuve a tu lado. Me alegro que te hayas negado a besar mi cadáver. A partir de ahora, cada noche, vas a sentir un pequeño calorcito cerca del corazón. Eso significa que yo estoy cerca tuyo. Y cuando sientas un pequeño roce en tu frente, es que te he dado un beso”.

Una pequeña explicación:

Estas dos historias parecen un poco ingenuas. Más de una vez al contarlas alguien nos preguntó: “¿ Eso quiere decir que Roberto y María olvidaron su pasado anterior –el verdadero- y ahora creen de verdad en esa versión que les creó?”

Roberto siempre supo intelectualmente que un chico de cinco años no puede enderezar clavitos con un martillo. Pero eso no le impidió sentirse inútil e inepto frente a las exigencias de la vida. Ahora, en cambio, sabe intelectualmente que la historia de los tornillos y las tuerquitas surgió en la terapia, pero su niño interior quedó confortado, y apto para comenzar una nueva etapa.

María siempre supo que su madre no murió intencionadamente y no la abandonó, aunque se sintió así durante toda su vida. Ahora sabe en cambio que aunque no haya dialogado con una persona muerta, su madre la acompaña, y siempre que lo necesita siente ese beso imperceptible en su frente. Y además – y no es poco – rescató de su memoria infantil, para siempre, el sonido de la voz materna.

ESCLARECIMIENTO

Pero no siempre es necesario cambiar el final. Generalmente, el esclarecimiento del origen de un comportamiento faculta al cambio. Veamos un ejemplo:

Mercedes ha vuelto –en la regresión– a su habitación en la casa paterna, y observa a su hermana que le lleva tres años, y que en el recuerdo tiene cuatro años y medio. O sea que ella ha regresado a la edad de un año y medio. Mamá está muy enojada y le está pegando con un cinturón a Patricia, su hermanita. Mercedes contempla aterrada la escena desde atrás de la cuna, a través de los barrotes. Cuando le pregunto qué es lo que ella resuelve en ese momento, contesta: “Que no hay que contradecir a mamá”. Y sólo ahora, luego de casi treinta años, Mercedes podrá comenzar a desobedecer ese desconocido mandato interior que se autoimpuso para sobrevivir.

¿La HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA o la INTROSPECCIÓN GUIADA REPARADORA?

Dos nombres para una misma terapia breve y eficaz

Alrededor de la Hipnosis se han tejido multitud de fantasías y leyendas. Todos hemos visto esos espectáculos donde algunas personas son puestas en ridículo, forzadas a realizar pruebas vergonzosas (como caminar en cuatro patas) y despertadas bruscamente en estado de confusión. Eso no es propiamente hipnosis. Eso es sólo un fenómeno hipnótico posible de inducir a partir de trucos y artilugios en un pequeño porcentaje de personas que, además, no es inocuo. Lamentablemente, esas exhibiciones –que están prohibidas por ley- han hecho mucho daño a la difusión, uso y aceptación de los recursos que la hipnosis pone al alcance de los profesionales habilitados.

Un cierto porcentaje de personas son pasibles de ser hipnotizadas hasta un grado profundidad tal que podrían ser operadas sin anestesia o que podrían perder contacto con la realidad llegando a alucinar de manera semejante a algunos estados psicóticos. Un número más pequeño de esas mismas personas puede alcanzar ese fenómeno utilizando técnicas muy bruscas de imposición y de esa circunstancia se prevalecen los hipnotizadores de tablado. Prudentemente, algunas legislaciones como la argentina o la israelí autorizan a hipnotizar solamente a algunos profesionales habilitados.

Pero hay un fenómeno semejante que es factible de utilizar y es la concentración enfocada de la persona donde jamás pierde la conciencia, por lo que en ningún momento se halla a merced de nadie.

A ese estado lo he llamado hasta ahora HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA para diferenciarla claramente de la HIPNOSIS PROFUNDA que es la que se halla regulada por la ley y que corresponde, sobre todo, a la pérdida del contacto con la realidad.

Pero para acentuar la diferencia he elegido un nuevo nombre que usaré indistintamente y que es mucho más claro y descriptivo:

INTROSPECCIÓN GUIADA REPARADORA

La HIPNOSIS CLÍNICA REPARADORA o la INTROSPECCIÓN GUIADA REPARADORA son los nombres de las técnicas que he desarrollado personalmente para el enfrentar y solucionar las enfermedades psicosomáticas, los traumas de la niñez, las fobias, los síndromes de pánico, la depresión y otros males del espíritu.

Por eso un paciente en hipnosis clínica es una persona atravesando un estado de relajación importante y muy placentero, despreocupado de todo, concentrando sus recursos mentales en un proceso de introspección en un punto focal que le propone el terapeuta. Y así como una lupa puede hacer arder un papel concentrando en un punto los rayos solares, la mente en estado de hipnosis clínica alcanza resultados tangibles y beneficiosos.

Por otra parte la Hipnosis Clínica no es un QUÉ sino un CÓMO: es una herramienta de abordaje y tratamiento en el contexto de una terapia que cada psicólogo usará según su criterio y formación. Permite allanar el camino, acortar ese tratamiento, disminuyendo el sufrimiento y aliviando las tensiones, la angustia y el estrés sin drogas.

Con el auxilio de la Hipnosis Clínica es posible vencer el miedo paralizante que hace que algunas personas no puedan afrontar una mesa examinadora, haciendo que muchas de ellas abandonen con frustración estudios y carreras, perjudicando sus posibilidades para la vida.

Episodios de terrores nocturnos, de insomnio y de pesadillas reiteradas encuentran rápido alivio mientras el desarrollo del tratamiento permite encontrar las causas y la cura.

Multitud de problemas relativos al sexo, como temores, frigidez, anorgasmia, impotencia psicológica y secuelas de abusos y violaciones encuentran en un tratamiento psicológico que incluya hipnosis clínica, un lugar donde la comprensión indispensable que también brindan otras terapias, es acompañada por modificaciones en las conductas y por cambios interiores muy profundos que apuntan sobre todo a mejorar la calidad de vida del paciente.

Las fobias, y los tan temidos ataques de pánico; las enfermedades psicosomáticas como el asma, y aquellas vinculadas con la alimentación como la anorexia, la bulimia, las compulsiones y la obesidad, encuentran en los tratamientos psicoterapéuticos con hipnosis clínica el lugar adecuado para el alivio en tiempos breves, junto con la profunda remoción de sus causas en períodos no demasiado prolongados.

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